El Día Internacional de la Paz celebra el poder de la solidaridad mundial para construir un mundo pacífico y sostenible.
En un principio, el Día Internacional de la Paz se celebraba el tercer martes del mes de septiembre. Fue en el año 2001 cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) estableció el 21 de septiembre como el día dedicado al fortalecimiento de los ideales de paz, tanto entre todas las naciones y todos los pueblos como entre los miembros de cada uno de ellos, así como exhortar a las naciones y personas a que abandonen las armas y reafirmen su compromiso de vivir en armonía unas con otras.
La Asamblea General de las Naciones Unidas ha declarado este como un día dedicado a fortalecer los ideales de la paz, mediante el respeto de 24 horas de no violencia y alto el fuego.
Este año el tema es «Acciones para la paz: nuestra ambición para los #ObjetivosMundiales». Se trata de un llamamiento a la acción que reconoce nuestra responsabilidad individual y colectiva de promover la paz. El fomento de la paz contribuye a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y alcanzar dichos objetivos creará una cultura de paz para todos.
Según la ONU, los Estados miembros adoptaron los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2015 porque entendían que no sería posible construir un mundo pacífico si no se adoptaban medidas a fin de lograr el desarrollo económico y social de todas las personas en todas partes, y garantizar que sus derechos estuvieran protegidos. Los Objetivos Sostenibles abarcan una amplia gama de asuntos, entre ellos la pobreza, el hambre, la salud, la educación, el cambio climático, la igualdad de género, el agua, el saneamiento, la energía, el medio ambiente y la justicia social.
El año 2023 marca el ecuador de la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La celebración del Día Internacional de la Paz en 2023 coincide con la cumbre de los ODS (18 y 19 de septiembre), que supone un paso intermedio.
Esto nunca ha sido tan importante en un momento de desafíos sin precedentes. Han surgido nuevas fuerzas de división que propagan el odio y la intolerancia. El terrorismo alimenta la violencia, mientras que el extremismo violento trata de envenenar las mentes de los vulnerables y los jóvenes. En las partes más pobres y menos desarrolladas del mundo, los desastres naturales relacionados con el clima están agravando la fragilidad existente, aumentando la migración forzosa y aumentando el riesgo de violencia.
El objetivo de los ODS es acercarnos a sociedades más pacíficas, justas e inclusivas, libres de miedo y violencia. Sin embargo, no alcanzaremos estos objetivos sin la contribución y participación de una amplia gama de agentes, todas las personas pueden poner su granito de arena para conseguir los objetivos de paz y lucha contra el cambio climático: reciclar, apagar las luces, no tirar basura, promover más el uso de la bicicleta y usar el transporte público en vez del automóvil convencional, etc.